NUESTRO BUBU ES ADORABLE

Tener un perro en casa es una fascinación increíble; es una bendición y más aún cuando el perro es bueno y obediente. Bubu ya es parte de nuestra familia y nos cuida muchísimo. Tener un perro es algo más serio que querer una mascota. Es asumir el papel de dueños responsables, cuidar su salud y alimentarlo; además dedicarle tiempo y amor. Los perros del vecindario, muchas veces se pasan ladrando. Pienso que un perro que ladra continuamente puede sentirse solo, abandonado o aburrido. Bubu ladra solo para avisar que hay alguien ajeno a casa o algo extraño que merece nuestra atención. Quien quiera verdaderamente a su perro, debe prepararse para cumplir con múltiples tareas: Sacarlo de paseo diariamente, jugar con él y mimarlo mucho. Las visitas al veterinario son igualmente importantes, monitorear su cuerpo, observar su conducta y vigilar lo que come. En tiempo de calor, la hidratación es vital. En tiempo de lluvia y humedad hay que cuidar que no entren sapos ni alimañas que puedan poner a nuestro can en peligro. En Puerto Rico la existencia del Sapo Concho es un alto riesgo para los perros. Su toxina es altamente venenosa y actúa rápidamente entrando a las encías y belfos del can. Hay que mantenerse alertas para proteger a nuestros amigos y si notamos que hay un sapo merodeando el área que frecuenta el perro, hay que sacarlo del jardín para evitar que lo toque. Bubu duerme adentro con nosostros y cuando cae la noche ya desde las 6:30 lo acompañamos todo el tiempo hasta que llega la hora de dormir. Establecer una rutina tanto para sus hábitos de aseo, alimentación, ejercicio y juego es parte de nuestra agenda diaria. El sacrificio y el esfuerzo valen la pena, pues no podemos olvidar que acariciar un perro es terapéutico y sana muchas condiciones como la hipertensión, las tensiones; entre otras enfermedades. Ya cuidar y acompañar a Bubu durante el día es parte fundamental de nuestros deberes. Deberes que con amor y por amor son una bendición incalculable.