jueves, 17 de diciembre de 2015

PARA MAXIMUS DE SANTA...



HOLA MAXIMUS



  PARA TI DE SANTA

Maximus: Un nuevo miembro de mi familia

Dios nos ha bendecido nuevamente con la llegada de Maximus. Es un Golden Retriever de 4 años, hiperactivo y curioso. Un niño grande y de buenas potencialidades en la vida familiar de nuestro hogar. Como dijo alguien alguna vez: La vida te ayuda a crecer y creer en una nueva posibilidad de integrar a una mascota al hogar. Siempre es una terapia, una motivación y una buena opción. Recuerden que cada perro es diferente y único en el corazón. Goldberg, BUBU y tantos amores de cuatro patas; son únicos e insustituibles. Hay amor para seguir repartiendo. Maximus te damos la Bienvenida a tu hogar.




                 Un nuevo amigo y guardián en nuestras vidas.
 Preparados para la NAVIDAD. Usando la ropita de su hermano BUBU.













domingo, 20 de septiembre de 2015

La fidelidad no tiene límites...

Siempre supe que la fidelidad de un perro a quien se cuida, ama y forma parte de tu familia es algo incondicional. Amigos lectores, amo desde que tengo memoria, a los animales; en especial a los perros. Mi golden retriever ya tiene seis años. Vive dentro de la casa y duerme en nuestra habitación. Es nuestro tesoro. Siempre estamos juntos en fechas importantes y si hay que viajar, queda muy bien atendido como un miembro de la familia. Cuando se tiene un perro como BUBU, agradecemos a Dios por brindarnos calidad de vida y contar con amigos de cuatro patas. Recientemente fui intervenida y tuve que someterme a un tratamiento fuerte en el que me tuve que mantener asildada de mis seres queridos incluyendo a mi BUBU. Mi perro sabía que estaba arriba de la casa y cuando sentía mis pasos, aullaba como lobo. Fue fuerte, pero al cumplir el término de una semana, gracias a Dios pude reunirme con los que amo. Mi amigo, mi perro sabía instintivamente que algo no estaba bien en mi salud. Me cuidó, me dio su amor, veló mi sueño; en fin, lo sigue haciendo. Él me levanta cuando no puedo hacerlo sola, me vigila al bañarme, al subir o bajar las escaleras,  me acompaña cuando escribo. Es mi sombra, es mi sol. Nunca dude de la fidelidad de su perro que es un custodio especial, se convertirá en su enfermero, su cuidador, su terapia. Su fidelidad no tiene límites. Para Bubu mi gratitud hoy y siempre. Qué Dios le dé larga vida y a nosotros su familia para seguirlo amando, cuidando y consintiendo.








 

martes, 11 de agosto de 2015

viernes, 8 de mayo de 2015

Carta de una mamá de perro en el día de la madre

Hoy me han enviado por correo electrónico este escrito de autor      ( a ) que desconozco. Es una carta dedicada a un "HIJO" especial, su perro. Ya que no soy madre, sino de mi perro, aunque no la escribí, la considero hermosa, valiosa y de gran sensibilidad. La comparto en esta semana dedicada a las madres.




Antes de ser mamá de perro, nunca me habían orinado encima, ni había recogido caca. Nunca me habían babeado tanto,

ni había sido mordisqueada por los dientes de un cachorro.



Antes de ser mamá de perro, mis pensamientos,
mi cuerpo y mi mente eran sólo míos.

Dormía la noche entera sin tener que compartir

mis sábanas, ni mi almohada.



Antes de ser mamá de perro, jamás había llorado al mirar en la profundidad de unos ojos y ver la pureza de un alma.



Nunca había sentido mi corazón romperse en millones de trozos si no podía detener un dolor.



Nunca pensé que una criatura de pelo y patas podría tocar en lo más hondo de mi corazón.



Antes de ser mamá de perro, nunca había sostenido a un cachorro dormido solo porque me era imposible alejarme de él.



Nunca había pasado una noche despertándome cada diez minutos solo para comprobar que todo estaba bien.

No sabía cuanta paz se podía sentir al darle de comer y saciar su hambre.



Jamás pude imaginar que algo tan pequeño podía hacerme sentir tan importante.



Antes de ser mamá de perro,

nunca había conocido la calidez,

la diversión,

el amor,

la angustia,

el placer,

ni la satisfacción, de ser una mamá de perro. ANÓNIMO