viernes, 8 de mayo de 2015

Carta de una mamá de perro en el día de la madre

Hoy me han enviado por correo electrónico este escrito de autor      ( a ) que desconozco. Es una carta dedicada a un "HIJO" especial, su perro. Ya que no soy madre, sino de mi perro, aunque no la escribí, la considero hermosa, valiosa y de gran sensibilidad. La comparto en esta semana dedicada a las madres.




Antes de ser mamá de perro, nunca me habían orinado encima, ni había recogido caca. Nunca me habían babeado tanto,

ni había sido mordisqueada por los dientes de un cachorro.



Antes de ser mamá de perro, mis pensamientos,
mi cuerpo y mi mente eran sólo míos.

Dormía la noche entera sin tener que compartir

mis sábanas, ni mi almohada.



Antes de ser mamá de perro, jamás había llorado al mirar en la profundidad de unos ojos y ver la pureza de un alma.



Nunca había sentido mi corazón romperse en millones de trozos si no podía detener un dolor.



Nunca pensé que una criatura de pelo y patas podría tocar en lo más hondo de mi corazón.



Antes de ser mamá de perro, nunca había sostenido a un cachorro dormido solo porque me era imposible alejarme de él.



Nunca había pasado una noche despertándome cada diez minutos solo para comprobar que todo estaba bien.

No sabía cuanta paz se podía sentir al darle de comer y saciar su hambre.



Jamás pude imaginar que algo tan pequeño podía hacerme sentir tan importante.



Antes de ser mamá de perro,

nunca había conocido la calidez,

la diversión,

el amor,

la angustia,

el placer,

ni la satisfacción, de ser una mamá de perro. ANÓNIMO